Reportajes

Teniente coronel Loreto Fuentes: madre y comprometida con Gendarmería

Por Roberto Cadagán / 15 de mayo de 2023 | 11:20
Con 24 años en Gendarmería de Chile, la teniente coronel Loreto Fuentes ha desarrollado una amplia carrera. Crédito: Cedida.
La oficial, alcaide del Complejo Penitenciario de Valdivia, complementa su vocación con su rol de mamá de dos jóvenes. “Como mujer y madre me siento orgullosa de los logros laborales y familiares que he obtenido”, señala.

Oriunda de San Fernando, Región del Libertador Bernardo O'Higgins, casada hace 22 años, con dos hijos: Javiera de 21 años y Martín de 16. Con 24 años en Gendarmería de Chile. 

Esos son los antecedentes de Loreto Fuentes Quezada, teniente coronel, gendarme, oficial, profesional, pero sobre todo madre.

Y en este día especial de todas las mamás, cuenta a Diario de Valdivia lo importante y valioso que es ser madre más aún en una labor de tanta responsabilidad como es ser la jefa del Complejo Penitenciario de Valdivia.

Loreto es una persona comprometida con su institución. Lo deja en claro en su trabajo diario, en la convivencia con compañeros y compañeras de trabajo y las personas que está encargada de resguardar.

Como jefe de la unidad penal local está a cargo de un grupo humano de funcionarios y funcionarias que, día a día, dan lo mejor de sí, para poder mantener el orden y seguridad de las personas privadas de libertad que se encuentra bajo su resguardo.

Actualmente el recinto mantiene a 1670 internos, lo que significa un trabajo permanente y entrega absoluta y con mucho sacrificio, esfuerzo y largas jornadas laborales.

Es una vocación que surgió siendo muy joven y que contó con el importante apoyo de sus padres. “Ellos me incentivaron a postular a la Escuela de Gendarmería de Chile; principalmente por un tema de estabilidad laboral y que, además, daba la oportunidad de ser profesionales, tener una carrera funcionaria”, cuenta a Diario de Valdivia.

Esa vocación de servicio público se fue forjando cada día. “Lo valoro más y agradezco a mis padres; en especial mi madre, que fue en ese entonces un pilar fundamental, lo que hoy en día me hace amar y respetar a mi querida institución. Es un trabajo sumamente sacrificado, pero a la misma vez noble, muy poco conocido y valorado por la comunidad”.

Comenta que “como mujer y madre me siento orgullosa de los logros laborales y familiares que he obtenido. También de la oportunidad y confianza que el mando regional y nacional me brindó para liderar este inmenso "buque" como lo llamo, y que es el Penal de Valdivia”. 

“Con tenacidad, esfuerzo, honradez y mucho trabajo en equipo, podemos decir que nuestra comunidad puede estar tranquila porque hay un grupo humano, liderado por quien habla que no descansa ni de día ni de noche, para contribuir a la seguridad ciudadana”, destaca.

Una madre gendarme  

Ser jefa de la unidad penal local y madre es una labor que la teniente coronel debe compatibilizar día a día.

Hay roles que cumplir y al interior del hogar, es mucho más que una oficial.

“Lo hago con mucho esfuerzo y amor. Todo esto es posible con mi compañero de vida y esposo, Héctor Miranda, que con su apoyo, amor y comprensión me ha permitido poder desarrollarme como mujer trabajadora. Nos dimos dos hermosos hijos que amo con mi vida; y ellos de igual manera, quieren y respetan mi trabajo”, señala.

-¿Qué le dicen?

“Muchas veces me dicen que están orgullosos de la madre que tienen por el trabajo que desarrollo y la entrega que realizo para sacar adelante ambas tareas. Sin estos apoyos no estaría en el lugar que estoy. Gracias a mis hijos y mi amado esposo.

-¿Qué aspectos de su trabajo influyen más en su labor de madre? 

“El hecho de ser madre me ha ayudado mucho, ya que uno desarrolla un instinto de cuidado, protección y de lucha diaria. Eso me ha servido con mi trabajo. El entender, tratar desde mi rol de tener una capacidad de escuchar, aconsejar y guiar muchas veces a mi personal uniformado y civil que está bajo mi mando y, de igual manera, a los penados.

-¿Qué lo positivo y lo que se debe mejorar?

“Lo más dificultoso y doloroso para uno como madre es poder resguardar a las internas con sus bebés que ingresan a cumplir una condena. Creo que eso es lo más complicado porque esos niños no tienen la culpa del error que cometió su madre. Pero, a la vez, nos brindan un momento de paz y mi personal femenino y civil que resguarda los cuidados de estos lactantes y niños (as), lo hacen con todo el cuidado y amor del mundo, con protección, en todo momento, a sus derechos fundamentales. 

“Y el otro efecto que ocurre es cuando ya se van a su casa; ese es uno de los días más difíciles debido que uno se encariña y ve cómo el personal que estuvo en todo momento ahí queda con mucha melancolía y con la impotencia e incertidumbre de si estará en la calle con todos los cuidados”.

-¿Ser madre la hace tener mayor empatía con personas privadas de libertad que también son mamás?

“Sin duda uno tiene mayor empatía con las madres que están cumpliendo una condena o que están a la espera que el tribunal resuelva. Entre el personal femenino y las reclusas se genera una situación de apego mayor, ya que las internas piden muchos consejos; en definitiva, muchas veces somos su paño de lágrimas”. 

“Esto ocurre porque se da el fenómeno que a las internas muy pocos familiares o amistades las visitan. Cuando están recluidas, sufren una suerte de abandono, al contrario de los hombres quienes son muy visitados. Eso significa que en muchas ocasiones luchan solas con su padecer y es ahí donde está nuestro personal y quien habla, ejerciendo un papel fundamental en atenderlas, aconsejarlas, guiarlas y hacer que su estadía sea más llevadera por medio de la reinserción, talleres, escuela, trabajo y muchas actividades de autocuidado y desarrollo personal”.

-¿Qué mensaje enviaría a otras madres que cumplen un trabajo de tanta responsabilidad como el que Ud. desarrolla?

“Como consejo decirles que sigan luchando por sus sueños, que todo es posible. Las mujeres podemos efectuar roles al igual que los varones y nos podemos empoderar de nuestro trabajo. Si luchamos y trabajamos, como dice la canción. ¡Arriba mujeres!; con tenacidad y esfuerzo es posible”.

-¿Cuáles son las mayores satisfacciones que le ha dejado el ser madre en su vida familiar?

“En primer lugar dar las gracias a mi compañero de vida que hizo posible que fuera madre, que es algo maravilloso, indescriptible dicho sentimiento, y a Dios por haberme dado la dicha de ser madre, esposa y guiarme en este hermoso trabajo que tengo y que sólo me llena de satisfacción y orgullo. ¡Feliz día a todas las madres trabajadoras!; con esfuerzo y lucha podemos realizar y concretar nuestros sueños”.

 

 

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